horario

Ser voluntario/a implica más que sólo buena voluntad.
Infórmate y capacítate en tus tareas antes de salir a terreno, de modo que estés preparado para los desafíos en terreno y tu ayuda sea de calidad

 

Recomendaciones generales

  • Busca unirte a alguna organización o grupo con quienes desempeñarte como voluntario. Sigue las instrucciones que te indique el coordinador del grupo encargado o la autoridad respectiva.
  • Trabajar en situaciones de desastre te expone a riesgos físicos por accidentes o violencia que debes prevenir activamente. Averigua a quiénes debes contactar en caso de emergencia.
  • Prepara tu equipamiento antes de partir a terreno. Procura llevar contigo lo necesario según la circunstancia, por ejemplo, podrías necesitar un botiquín personal, linterna, radio a pila, baterías suficientes y equipo de protección Para ello debes tener en cuenta la tarea y el lugar donde vas a trabajar, entre otras cosas. Si tienes dudas, consulta sobre el tema a los encargados o a la autoridad competente.
  • Ten presente que probablemente las condiciones de estadía en el sitio de desastre pueden ser precarias. Sé flexible con tus necesidades y exigencias.

 

Recomendaciones para el autocuidado físico

  • Es posible que estés expuesto a riesgos tales como: cortes, caídas, golpes por caída de objetos, torceduras, insolación y quemaduras, así como también presencia de electricidad o elementos químicos. Antes de iniciar la actividad, el coordinador del grupo debe identificar los riesgos presentes e instruir a los voluntarios respecto a las medidas de prevención.
  • Infórmate respecto al uso de equipo de seguridad necesario en el trabajo. Utiliza pantalón largo grueso, camisa manga larga, guantes y zapatos de seguridad o de planta gruesa, evalúa la necesidad de mascarilla, gorro y bloqueador solar. Úsalos e inspecciónalo de forma habitual.
  • Los voluntarios deben ir vacunados contra el tétanos.
  • Si debes levantar o mover objetos procura hacerlo de forma adecuada: doblando tus rodillas, con tu espalda recta y ejerciendo un buen agarre del objeto empleando Si el objeto es muy grande, solicítales ayuda a tus compañeros. Evita provocarte lesiones físicas en tu trabajo.
  • Recuerda descansar. Oblígate a tomar pequeños descansos (10 a 15 minutos) cada 2 horas, durante tu jornada de El agotamiento por estrés puede hacerte cometer errores que pueden poner en peligro tanto tu integridad física como la de los otros.
  • Si tu trabajo no implica esfuerzo físico, intenta realizar algún tipo de actividad física, como salir a caminar o realizar elongaciones en el mismo lugar, cuando tienes tiempo disponible. Esto te ayudará a aliviar el estrés y a mantenerte en forma.
  • Intenta alimentarte de forma adecuada, manteniendo en lo posible un horario adecuado entre desayuno, almuerzo y cena. Consume tu almuerzo o colación en un sitio adecuado, limpio e idealmente alejado del lugar de trabajo.
  • Consume abundante líquido durante la jornada. Prefiere el agua por sobre las bebidas de fantasía y el café.
  • Malestares físicos como dolores de estómago, colon irritable, acidez, dolores de cabeza y problemas para conciliar el sueño son normales ante situaciones de catástrofe. Informa de inmediato a tu superior o jefe de cuadrilla si estos síntomas se mantienen en el tiempo, se agravan o dificultan tu trabajo. Evita por todos los medios automedicarte.

 

Recomendaciones para el autocuidado emocional

  • Recuerda que cuando partes como voluntario/a fuera de tu ciudad, dejas a muchas personas detrás de ti, como familiares, amigos o tu pareja. Conversa tu decisión con anterioridad, intenta mantenerte en contacto con tus seres queridos y lleva algún objeto personal que te ayude a aliviar la sensación de distancia.
  • Renueva tus energías compartiendo con tu equipo de trabajo. Ellos pueden ser una fuente de soporte emocional en terreno.
  • En la medida de lo posible busca realizar en algún momento del día alguna actividad que tu sabes que te relaja y distrae, como escuchar música, hacer respiraciones lentas y profundas, escribir, conversar y reírte. Recuerda que aún en los peores escenarios puedes mantener la alegría y transmitirla a otros.
  • Trabajar con afectados es una experiencia agotadora emocionalmente. Intenta compartir tus experiencias al final del día con tus compañeros
  • Mantén una actitud positiva ante la adversidad por difícil que parezca, recuerda tus fortalezas y que más gente como tú está ayudando a superar la crisis.
  • Evita frustrarte ante situaciones sobre las cuales no tienes ningún control. Enfócate en aquellos problemas que puedas resolver y busca qué cambios puedes hacer para mejorar las condiciones.
  • Es normal que posteriormente a un desastre sientas: miedo, frustración, tristeza, angustia, que tiendas a la evasión de problemas, estallar en llanto inesperadamente, andar más irritable que de costumbre o sentir que tus emociones te sobrepasan. Tú también puedes ser un afectado. Date el tiempo necesario para procesar lo vivido. Si sientes que necesitas ayuda para manejar tus emociones, búscala y si esto ocurre en terreno, comunícaselo a tu supervisor.
  • La ayuda profesional te facilitará procesar tus experiencias en los sitios de catástrofe.

 

Recomendaciones para el trabajo en equipo

  • Intenta trabajar, a lo menos, de a dos, de este modo puedes monitorear la condición física y emocional de tu compañero y viceversa.
  • Presta atención a tu entorno durante la jornada. Los compañeros agotados, con altos niveles de estrés o simplemente distraídos pueden aumentar el riesgo de accidentes o no percibir el peligro fuera de su campo de visión.
  • Sé tolerante con el desempeño de tus compañeros y compañeras. Ellos/as también fueron afectados por la catástrofe y su forma de reaccionar ante el estrés es diferente a la tuya. Las discusiones innecesarias en situaciones de crisis no ayudan a nadie.
  • Valora el trabajo de tus compañeros y el tuyo. Brindar reconocimiento nos ayuda a darle significado a nuestra entrega.
  • Recomienda a tus compañeros y compañeras las sugerencias expuestas en este documento. Ser consciente de prevenir ya es un modo de prevención.


NO OLVIDES

Seguir las recomendaciones de las autoridades

Mantenerte hidratado

Cuidar tus pasos y fijarte por dónde caminas

Ten precaución con el tránsito de vehículos y maquinarias

Evita ubicarte bajo estructuras endebles

No corras riesgos innecesarios