Desarrollar competencias relacionales respecto a los nuevos desafíos que enfrentamos en el área de la salud pública, asociados al desgaste producido por las exigencias de la pandemia de Covid-19; la alta rotación de personal; el aumento del ausentismo laboral; y el crecimiento de la violencia interna y externa en los centros de salud, entre otras variables que nos mueven a aprender o fortalecer herramientas para el cuidado emocional y de promoción de la salud mental en el trabajo.